Libros

‘Psicología del enfermo. El hilo verde de la esperanza’


Una obra de Luciano Sandrin (Sal Terrae – Centro de Humanización de la Salud). La recensión es de Jesús Sastre García

Psicología del enfermo. El hilo verde de la esperanza, Luciano Sandrin (Sal Terrae-Centro de Humanización de la Salud)

Título: Psicología del enfermo. El hilo verde de la esperanza

Autor: Luciano Sandrin

Editorial: Sal Terrae – Centro de Humanización de la Salud

Ciudad: Madrid, 2015

Páginas: 223

JESÚS SASTRE GARCÍA | Luciano Sandrin es religioso camilo, profesor de Psicología de la Salud y de la Enfermedad en el Camillianum y en las universidades Gregoriana y Lateranense. Autor de numerosos libros y escritos, cuenta ya con varias obras traducidas y publicadas en la editorial Sal Terrae. La que ahora presentamos aquí –como apunta en el prólogo su compañero José Carlos Bermejo– se centra fundamentalmente en una dimensión: los múltiples vínculos entre psicología, salud y enfermedad.

Hoy la medicina está profundizando en los factores psicológicos que influyen en el sistema inmunitario, tanto para la salud como para la enfermedad. Por lo mismo, cada vez se habla más de personas enfermas, no solo de enfermedades; en esta ampliación de la perspectiva ha influido decisivamente el desarrollo de la psicología de la salud. Es importante “explorar los modos en que reaccionamos cuando nos encontramos la vulnerabilidad, tanto propia como ajena” (p. 8).

El autor nos ayuda a considerar todos los factores que interaccionan en la situación de enfermedad, sobre todo cuando esta es grave. Solo si somos conscientes de esta situación podremos plantear adecuadamente el proceso de relación de ayuda y de auto-ayuda. Padecer una enfermedad grave conlleva un fuerte impacto emocional con repercusiones cognitivas y conductuales, tanto a nivel personal como relacional. ¿Cómo mantener en estas circunstancias el hilo verde de la esperanza, tal como reza el subtítulo? Podemos decir que la esperanza recorre transversalmente todas las páginas de este libro. Las reflexiones y sugerencias de Sandrin proceden de su capacitación como psicólogo y teólogo, de su dilatada experiencia como enfermero y dentro de la pastoral de la salud. Aquí se recogen escritos anteriores, pero desde una perspectiva nueva: la de la esperanza.

A lo largo de veinticinco capítulos, hace un repaso de los principales temas referidos a la psicología del enfermo. Destacamos algunos de sus contenidos: para ayudar, hay que conocer la psicología del enfermo; verdad y esperanza pueden convivir; el enfermo nos estudia; cómo hacer frente y convivir con la enfermedad; la resiliencia; la importancia del apoyo social; cómo renegociar la esperanza cuando el futuro se cierra; el apego y la separación junto al que muere; reconciliarse con la vida y con las personas queridas; ayudar sin quemarse (el riesgo del burnout); la verdadera esperanza; la elaboración del duelo; el futuro del enfermo y del que lo cuida… Además, aborda situaciones especiales, tales como el niño enfermo, el anciano, los enfermos crónicos, la discapacidad, la prueba del cáncer, etc.

El título de la conclusión es bien significativo: “El prójimo que no te esperas”. Tomando como referencia la parábola del hijo pródigo, se nos recuerda que, “para saber quién es mi prójimo, debo hacerme prójimo…, aceptar acercarme y entrar en relación” (p. 203). También se nos llama la atención sobre otro aspecto: el amor auténtico no crea dependencia. En otra parábola, el herido recobra su libertad y el buen samaritano sigue su camino; quiere decir que para ayudar hay que ser suficientemente libre y fuerte. “Sin olvidar que, junto al enfermo o quien sufre, es, con mucha frecuencia, más lo que recibimos que lo damos” (p. 204). El volumen concluye con una amplia y selecta bibliografía de 187 autores, algunos con varias obras.

Estas páginas tienen el valor fundamental de unir la profundidad en las reflexiones con la sencillez expositiva. En este sentido, estamos ante un instrumento formativo para los que trabajan en el campo de la salud (profesionales, voluntarios, pastoralistas…), pues nos ayuda a superar el modo biologicista de comprender la enfermedad y a abrirnos a un nuevo paradigma denominado bio-psico-socio-espiritual, que hace la relación sanitaria más humanizada y humanizadora.

En el nº 2.962 de Vida Nueva

Actualizado
30/10/2015 | 00:45
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