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Para comprender el credo de nuestra fe


Una obra de Raúl Berzosa Martínez (Editorial Verbo Divino, 2011). La recensión es de Eloy Bueno de la Fuente.

Para comprender el credo de nuestra fe

Editor: Raúl Berzosa Martínez

Editorial: Editorial Verbo Divino

Ciudad: Estella (Navarra)

Páginas: 168

ELOY BUENO DE LA FUENTE | El título completo del libro expresa con claridad su contenido y objetivo: ofrecer un comentario sobre El Credo de nuestra fe a la luz del Catecismo de la Iglesia Católica y de la doctrina del papa Benedicto XVI. El autor indica que no pretende originalidad, sino fidelidad a la fe de la Iglesia, para prestar un servicio a los catequistas y animadores de la fe, o simplemente a quienes buscan las verdades más elementales de nuestro Credo. Y este servicio lo presta Raúl Berzosa con solvencia y claridad, desde su acreditada sensibilidad para captar los signos de los tiempos y los desafíos del presente.

Así, pretende hacer accesible al gran público el pensamiento de Benedicto XVI (y del teólogo J. Ratzinger) sobre los contenidos centrales del Credo cristiano. Tiene muy en cuenta, asimismo, las enseñanzas de Juan Pablo II. Con estos puntos de referencia, intenta salir el encuentro de las instancias culturales a las que ambos papas se han mostrado tan sensibles, enseñando, al tiempo, la dimensión eclesial de la confesión de fe (en la que el “creo” se integra en el “creemos”).

En este esfuerzo se ha de reconocer un componente de originalidad, que lo hace recomendable para la lectura, reflexión y formación de los cristianos, inmersos en un enorme cambio de civilización: a lo largo de la exposición del Credo, van siendo incorporadas las grandes cuestiones que atraviesan hoy la vida de la Iglesia y la situación de fe de los cristianos.

A saber: las dificultades que la credibilidad del mensaje cristiano encuentra entre muchos contemporáneos, así como los interrogantes que suscita la ciencia moderna (especialmente, el evolucionismo); el interrogante permanente acerca del mal; los distintos tipos de existencia eclesial; los nuevos movimientos y las prácticas sinodales; asimismo, trata con amplitud temas (como el de la Virgen María) que apenas son aludidos en el Credo y que, sin embargo, desempeñan un papel muy importante en la vida cristiana.

Experiencia real

Desde este planteamiento, aporta concreción y experiencia real al Credo, y, a la vez, los debates concretos quedan situados en el conjunto del misterio cristiano.

La conjugación de ambas perspectivas es realmente un servicio, para evitar que las fórmulas del Credo parezcan atemporales y sin relevancia para el presente y, también, para que determinadas controversias no se absoluticen en la acritud de la polémica. Las soluciones o perspectivas se alimentan del consenso de la teología católica actual.

En el nº 2.757 de Vida Nueva.

Actualizado
09/06/2011 | 12:43
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