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‘Ocultarse en una hoguera. Thomas Merton a través de sus diarios’


Un libro de Ramón Cao Martínez (Eurisaces) La recensión es de Fernando Beltrán Llavador

Ocultarse en una hoguera. Thomas Merton a través de sus diarios, Ramón Cao (Eurisaces)

Título: Ocultarse en una hoguera. Thomas Merton a través de sus diarios

Autor: Ramón Cao Martínez

Prólogo: Andrés Torres Queiruga

Editorial: Eurisaces

Ciudad: Ourense, 2015

Páginas: 431

 

FERNANDO BELTRÁN LLAVADOR | El libro del profesor Ramón Cao se inscribe en la constelación de las publicaciones que han visto la luz con ocasión de la celebración, en este 2015, del centenario del nacimiento del monje y escritor Thomas Merton. Obras escritas por el propio Merton, como “La voz secreta”. Reflexiones sobre mi obra en Oriente y Occidente (Sal Terrae) y Oh, corazón ardiente. Poemas de amor y de disidencia (Trotta), traducidos por Sonia Petisco. Pero también títulos sobre él: El Palacio del Vacío de Thomas Merton (Sal Terrae), de James Finley; Thomas Merton.

El verdadero viaje (Sal Terrae), de quien firma estas líneas; Thomas Merton. Maestro y Amigo (Edibesa), de Mª Luisa López Laguna; y el Diccionario de Thomas Merton (Mensajero). Adquiere, si cabe, mayor relevancia tras las palabras que sobre Merton pronunció en septiembre el papa Francisco durante su visita a Estados Unidos, situándolo como un referente de la nación norteamericana junto a las figuras de Abraham Lincoln, Dorothy Day y Luther King.

Es el fruto de una fragua lenta, sumamente cuidada en su factura material y en su rico y muy documentado contenido, del todo acorde con su prosa cercana y certera. Su autor, quien ya dedicara su tesis a fray Luis de León, y que ha desarrollado trabajos previos sobre Thomas Merton, algunos de los cuales han merecido la atención más allá de nuestras fronteras hasta ser objeto de traducción al inglés, ha escrito antes también sobre Valle-Inclán, Borges y Octavio Paz, y ha colaborado en la edición española del Diccionario de Thomas Merton.

En su prólogo, el teólogo Andrés Torres Queiruga destaca con acierto: “No pretende abarcarlo todo. Elige la perspectiva privilegiada que ofrece la que ha sido la actividad más constante y sostenida de la obra. Nos lo dice él mismo: ‘Este libro parte de una doble sospecha: que el Merton más genuino es, tal vez, el que se halla en las páginas de sus diarios; y que ese puede ser el Merton más accesible para la gran mayoría de las mujeres y hombres de hoy’”.

Rigor y sensibilidad

En efecto, no se puede tener una comprensión del legado de Thomas Merton sin acercarse al mismo a través de sus diarios, y esa tarea todavía no había sido acometida con el rigor y la sensibilidad –a la vez literaria y profundamente humana, espiritual por ello– con la que se aborda en este volumen, apoyado en el conjunto y en sus detalles por una profusión de notas que ilumina el discurso pero que no lo sofoca. Precedido de una oportuna introducción que traza el perfil de Merton como diarista y el mapa de sus diarios, lo completan una igualmente útil cronología y una muy pertinente y actualizada bibliografía.

Conforman el volumen tres partes netamente diferenciadas, aunque entreveradas de manera armónica. En la primera, el lector puede asomarse, mediante ejemplos extraídos de su obra, a “la vivencia del tiempo en los diarios de Thomas Merton”, a través del reflejo, en su prosa prolija, del paso de los días, el sucederse de los años, la ronda de las estaciones y el dibujo del presente, el pasado que aflora, el tiempo del cumplimiento y el de la sorpresa.

En la segunda sección, Cao emprende nueva andadura “hacia una poética de los diarios de Merton”, acercándonos a sus diarios de adolescencia y primera juventud, a su diario secular y, posteriormente, a los diarios monásticos, amén de las lecturas de Merton, que comprenden autores que van desde León Bloy hasta Charles de Foucauld, pasando por Claudel, Rilke, Thoreau y Julien Green, así como desde Kierke-gaard a Bashô, amén de Raïsa y Jacques Maritain o Albert Camus.

En la tercera y sugerente parte final, Cao resalta, en su crónica y contexto del encuentro entre Thomas Merton y el estudioso del zen D. T. Suzuki, la interlocución singular del poeta Fernando Pessoa a través de su heterónimo Alberto Caeiro, descubriéndonos por vez primera a un sorprendente Merton intérprete del poeta y a un gratamente sorprendido Suzuki ante esa inusitada voz donde convergen la poesía y el misterio de lo inefable, el conocimiento y la inocencia; y allí donde cristaliza y, en cierto modo, se celebra una vida dedicada a la contemplación, en un instante “frágil, pero de tan extraordinaria plenitud: dos monjes procedentes de mundos muy diversos conversan sentados y comparten con calma experiencias, palabras, relatos y versos, al igual que comparten el sabor de una taza de té…”.

Y con ellos, nosotros, sus lectores, quedamos invitados a ser parte privilegiada de esa singular y humanamente fecunda conversación de profundis, de corazón a corazón.

En el nº 2.969 de Vida Nueva

Actualizado
18/12/2015 | 00:31
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