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Las fronteras de la persona


Esta obra de Adela Cortina (Taurus, 2009) es recensionada por José Ramón Amor Pan.

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Las fronteras de la persona. El valor de los animales, la dignidad de los humanos

Autor: Adela Cortina

Editorial: Taurus

Ciudad: Madrid

Páginas: 248


(José Ramón Amor Pan) El subtítulo de la obra nos da ya una idea amplia de por dónde van a ir los tiros: El valor de los animales, la dignidad de los humanos. En los últimos años, el movimiento de liberación animal propone extender las fronteras de la noción de persona, la dignidad intrínseca a un ser, la comunidad y los derechos fundamentales más allá y más acá de los “estrechos límites” –dicen– de la especie humana. Y es que quienes se mueven en esa onda acusan de antropocentrismo y de especismo a la convicción firmemente asentada de que es el ser humano el que tiene dignidad y no precio, valor absoluto y no relativo, valor en sí y no sólo valor instrumental. Desde esta perspectiva, afirman que algunos animales son personas y tienen derechos y, también, que algunos seres humanos no lo son y, por consiguiente, no tienen derechos…

En ese movimiento militan gentes de muy diferente sustrato ideológico y pelaje; tal vez el nombre más conocido por la opinión pública española sea el del filósofo utilitarista vegetariano australiano Peter Singer, impulsor del Proyecto Gran Simio (una iniciativa que busca incluir entre los sujetos portadores de derechos fundamentales a varias especies de simios). Y España no permanece ajena a este debate: el asunto ha llegado ya al Congreso, y su Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca aprobó el 25 de junio de 2008 una proposición no de ley (presentada por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana-Izquierda Unida-Iniciativa Per Catalunya Verds) que insta al Gobierno a actuar en tal sentido.

Estamos, pues, ante un libro muy oportuno, valioso y digno de ser leído con detenimiento. Con el rigor al que nos tiene acostumbrados, Adela Cortina, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y primera mujer en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, discute esta corriente, desmonta uno por uno sus argumentos y pone los puntos sobre las íes de manera clara, directa y bien documentada.

Como reconoce la autora, la vida es valiosa por sí misma, no tiene un valor únicamente instrumental, más todavía la de los seres que pueden sufrir y gozar. Hay, por consiguiente, una obligación directa de no dañar a esos seres, no sólo por no perjudicar a sus dueños, ni tampoco únicamente por forjarse un buen carácter, sino por sí mismo. Sin embargo, este valor interno de los animales no es absoluto, no cabe hablar entonces de dignidad, como tampoco de personas limítrofes ni de personas en sentido amplio. Hablar de derechos de los animales, concluye la profesora Cortina, carece de base.

En el nº 2.675 de Vida Nueva.

Actualizado
18/09/2009 | 09:04
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