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‘La vida interior’


Un libro de Jesús Renau Manén, SJ (Sal Terrae) La recensión es de Ángel Moreno, de Buenafuente

La vida interior, Jesús Renau Manén, SJ (Sal Terrae)

Título: La vida interior

Autor: Jesús Renau Manén, SJ

Editorial: Sal Terrae

Ciudad: Santander, 2016

Páginas: 184

ÁNGEL MORENO, DE BUENAFUENTE | En su libro La vida interior, el jesuita catalán Jesús Renau Manén nos introduce profusamente en el ámbito de los sentimientos y de los procesos espirituales, sin que explorar este campo signifique –como él mismo nos advierte al final de su obra– una confrontación con “la vida exterior”.

El autor comienza su ensayo partiendo de la realidad actual, cuando la cultura ha perdido la conciencia de la vida interior. Inicia el camino tratando de las posibles percepciones interiores negativas que aparecen en la persona, bien por un mal recuerdo, bien por un futuro incierto, motivo de desazón y falta de paz. Lo importante es encontrar el sentido de la vida. “En la vida interior–escribe– es donde encontramos el sentido real de la vida humana”. La vida interior es un proceso que ayuda a resolver las crisis, a amar y a saberse amado.

Por el título del libro, podría parecer que se trata de adentrarse primordialmente en la vida religiosa, pero Renau acierta a introducirnos en el mundo íntimo de los sentimientos, de los afectos y de las relaciones que surgen en el propio interior, entre ellas, especialmente las relaciones afectivas y teologales. Adentrarse en el propio interior da como fruto el conocimiento de sí, del que depende la sabiduría personal y la posibilidad de darse a sí mismo.

Hacia la plenitud

A lo largo de estas páginas, de muchas formas afirma que la vida interior no significa la vida introvertida, y que una prueba de su autenticidad consiste en las relaciones que provoca. A través de los 13 capítulos, de manera ascendente, que en este caso es descendente, por ir a lo más profundo del ser, señala el itinerario posible del proceso de maduración de la vida interior; no solo para creyentes, sino para quienes desean avanzar en el conocimiento propio, en la plenitud personal y hasta en la felicidad posible.

El religioso apela al esquema clásico de la “vida purgativa”, “vida iluminativa” y “vida unitiva”, y desarrolla el proceso con un trasfondo de los pasos de la lectio divina, cuando alude a la necesidad del silencio, de la meditación, de la oración, de la contemplación, hasta llegar a la unión, tanto en las relaciones personales como en la relación con Dios. Y esto no solo como proceso, sino también como fenomenología de la gracia, en la que cabe la experiencia máxima de la unión mística y la respuesta agradecida.

Según el autor, todos los humanos existimos por una decisión gratuita, y por lo mismo deberemos ser agradecidos. Así, afronta las preguntas más existenciales, nuestro propio misterio y la trascendencia, que para los creyentes cristianos culmina en la experiencia de sabernos habitados por Dios.

El ensayo ayuda mucho a comprender las relaciones afectivas y supone una enseñanza para quienes tienen el don de la llamada a formar una vida en común. En definitiva, se trata de un libro que introduce en las relaciones amorosas, humanas y teologales, razón para superar las pruebas de la vida de la mejor forma posible, e incluso para adelantar la felicidad definitiva.

En el nº 2.995 de Vida Nueva

Actualizado
01/07/2016 | 00:29
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