Libros

‘Gracias por la compañía’ y ‘Siete casas vacías’


En ‘El revés de la trama’, dos recopilaciones de relatos cortos. La recensión es de Javier Morales Ortiz

Gracias por la compañía y Siete casas vacías, libros de relatos cortos

Título: Gracias por la compañía

Autora: Lorrie Moore

Editorial: Seix Barral, 2015

Ciudad: Barcelona

Páginas: 208

 

Título: Siete casas vacías

Autora: Samanta Schweblin

Editorial: Páginas de Espuma, 2015

Ciudad: Madrid

Páginas: 128

JAVIER MORALES ORTIZ | Los amantes del relato corto están de enhorabuena. Y quienes aún sientan cierto prejuicio hacia el género corto tienen la oportunidad de sacudirse las telarañas. La editorial Seix Barral acaba de publicar en español Bark (aquí lo han traducido como Gracias por la compañía, pero el original en inglés tiene más acepciones y significados), el último libro de relatos de Lorrie Moore (Nueva York, 1957), referencia indiscutible del cuento en Estados Unidos. Aunque ha publicado varias novelas (la última, Al pie de la escalera, pasó sin pena ni gloria), es en el cuento el medio en el que mejor se mueve Moore y en el que despliega toda su maestría.

Cuatro de los relatos ya se habían publicado antes, pero Moore nos regala otros cuatro, en un libro en el que retoma sus viejos temas: la soledad de las mujeres y las contradicciones que le impone la vida moderna, el desamor, la crisis de la edad, los derrames de la sociedad de consumo; todo ello con su característico humor, ácido, pero ahora quizás con menos posibilidades de esperanza.Y todo ello con el trasfondo de la Guerra de Irak y los avatares de la política norteamericana.

Con Siete casas vacías, la escritora argentina Samanta Schweblin ha ganado el IV Premio Internacional Narrativa Breve Ribera del Duero, que publica la editorial Páginas de Espuma. No he leído el resto de finalistas al concurso, pero, sin duda, el libro de Schweblin está a la altura del premio.

Siete relatos que nos conducen a mirar de frente a nuestros fantasmas y a nuestros miedos cotidianos. Algunos de los personajes están al borde de la locura, y Schweblin camina con soltura y maestría de prestidigitador por la cuerda floja. Escritos con una prosa austera y eficaz, me gusta la tensión que consigue crear en las historias, como si a Carver le hubiéramos dado una vuelta de tuerca.

En el nº 2.951 de Vida Nueva

Actualizado
24/07/2015 | 03:46
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