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Ética y periodismo


Esta obra de Joaquín Jareño (Desclée De Brouwer, 2009) es recensionada por María Gómez.

Libro-Ética-y-periodismoÉtica y periodismo

Autor: Joaquín Jareño

Editorial: Desclée De Brouwer

Ciudad: Bilbao

Páginas: 168

(M. Gómez) De las muchas definiciones que pueden aplicarse al periodismo, hay una tan curiosa como injusta: “Periodismo es el hueco que deja la publicidad”. Sin embargo, los que creen en la necesidad real y en la bondad de esta profesión prefieren apostar por su función social, educadora y liberadora de la persona. Los medios de comunicación, en estos tiempos más que nunca, conectan a las personas, ayudan a conformar las opiniones y a orientar las decisiones.

Ética y periodismo es un libro que no sólo defiende la existencia del oficio periodístico, sino que, más importante para el autor, aboga por que sea “un ejercicio de coherencia moral”. Una tesis recurrente a lo largo de los diez capítulos: antes que periodista, se es persona, y por eso el compromiso con el bien es algo “radical”.

Joaquín Jareño, doctor en Filosofía y profesor de Humanidades y de Ética y Deontología Profesional en la UCAM parece enfocar la obra como un manual de esta última asignatura, repleto de citas y ejemplos tomados de la prensa. La combinación de fundamentos teóricos con aplicaciones prácticas aporta una lectura ágil sin perder profundidad. En este sentido, es una buena introducción para un público generalista y para estudiantes. Un profesional esperaría algo más que repasar nociones básicas.

A diario nos topamos con ejemplos de manipulación, por parte de empresarios-dueños de medios nada respetuosos con el lector, que, a través de redactores-empleados, tergiversan el sentido de la profesión en beneficio propio. Jareño advierte contra ellos (especialmente en las pp. 119-121), pero no propone apenas más solución que la compleja ‘cláusula de conciencia’.

En cambio, el llamamiento al ‘compromiso moral del periodista’ (cap. 6) es una sucesión de justificaciones tan plausibles como difícilmente traducibles a la práctica: hay que “contar las cosas tal y como son”, “transcribir la verdad tal y como la conocen”, los hechos son “criterio último de la verdad”… Jareño apela a una objetividad que, por más que argumente, se hace inalcanzable al quehacer cotidiano.

Mientras entre todos, teóricos y prácticos, buscamos esos “cauces éticos apropiados” por los que ha de deambular la práctica laboral, cabe subrayar la necesidad de libros como éste. Porque “la vida enseña para discernir con relativa madurez sobre las opciones que se han de tomar (…). Pero lo importante de la formación moral es saber dar razones de la misma” (p. 153). O, como nos decían en la facultad: hace mejor las cosas el que las hace sabiendo que el que las hace por intuición.

En el nº 2.682 de Vida Nueva.

Actualizado
06/11/2009 | 12:09
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