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De la dignidad del embrión


Este libro de Ignacio Núñez de Castro (Universidad Pontificia Comillas, 2008) es recensionado por José Ramón Amor Pan.

 

De la dignidad del embrión. Reflexiones en torno a la vida humana naciente

Autor: Ignacio Núñez de Castro

Edita: Universidad Pontificia Comillas

Ciudad: Madrid

Páginas: 182

 

(José Ramón Amor Pan) No es la primera vez que la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid nos ofrece una publicación acerca de los aspectos éticos relacionados con el embrión humano, aunque sí es la primera monografía al respecto. Antes habían sido Javier Gafo, Juan-Ramón Lacadena, Diego Gracia, Carlos Alonso Bedate y Juan Masiá, entre otros, los que habían reflexionado sobre este asunto al hilo del aborto, los avances en la genética o la reproducción humana asistida; y es que, como escribía Diego Gracia hace justo diez años en una de esas obras, “el tema del estatuto del embrión es la vía terminal común en que suelen finalizar todos los debates en torno al origen de la vida. De ahí su importancia, no menor su extrema complejidad”.

Ignacio Núñez de Castro, SJ, catedrático emérito de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Málaga, recoge ahora el testigo de esos autores (de quienes en buena medida se aparta y a quienes en cierta manera complementa) y nos ofrece una completa y rigurosa reflexión en torno a la vida humana naciente. La obra se divide en cuatro capítulos: los dos primeros nos ofrecen los rudimentos biológicos necesarios para hacernos cargo de qué estamos hablando, y los otros dos son la reflexión ontológica y ética del autor sobre la materia examinada. Completan el libro un glosario, un índice onomástico y otro analítico, valiosos instrumentos al servicio del lector. Hubiese sido también muy interesante una bibliografía final, con lo que la obra resultaría redonda.

Moviéndose en el contexto de la filosofía procesual, la conclusión a la que llega el autor es clara y completamente alineada con los pronunciamientos del Magisterio de la Iglesia católica: “Podemos afirmar que el ser humano en cualquiera de las etapas de su desarrollo, desde el cigoto al adulto, es un ser dotado de dignidad y que debe ser respetado como persona humana (…) Reconocer la dignidad del embrión es reconocer sus derechos en el reino de los fines y, por tanto, a no ser instrumentalizado (…) No instrumentalizar al embrión significa no manipularlo, no seleccionarlo, no mutilarlo, no utilizarlo aunque sea con un fin tan altruista como posible donador de tejidos a un hermano, no destruirlo para la obtención de células madre embrionarias, no ser objeto de investigación” (pp. 139 y 144). Un buen libro, ciertamente técnico y no para el gran público. Y ahora, “el trabajo debe continuar”.

En el nº 2.640 de Vida Nueva.

Actualizado
12/12/2008 | 11:02
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