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‘¿Cómo actúa Dios en el mundo?’


Un libro de Christoph Böttigheimer (Ediciones Sígueme) La recensión es de Martín Gelabert Ballester, OP

¿Cómo actúa Dios en el mundo?, Christoph Böttigheimer (Sígueme)

Título: ¿Cómo actúa Dios en el mundo?

Autor: Christoph Böttigheimer

Editorial: Ediciones Sígueme

Ciudad: Salamanca, 2015

Páginas: 288

MARTÍN GELABERT BALLESTER, OP| Estamos ante un libro de Teología Fundamental escrito por un catedrático de Teología Fundamental. Pero, en vez de centrarse en el clásico tema que aborda esta materia –el acto revelador de Dios–, plantea el asunto desde una perspectiva más genérica y global; a saber, supuesta la convicción de fe de que Dios interviene en el mundo, la pregunta a la que hay que responder es: ¿cómo interviene? No parece que sea de una forma detectable. Y, si no es detectable, ¿cómo seguir afirmando que actúa?

La fe bíblica parte de que Dios se ha revelado de muchas maneras, tanto en la creación como en la historia de Israel y, sobre todo, en la de Jesús de Nazaret. Ahora bien, la ciencia no acepta fácilmente intervenciones de Dios en la historia; el mundo funciona por sí mismo y se explica perfectamente sin necesidad de recurrir a ninguna acción divina. Dios ha perdido su función mundana. Ningún agricultor creyente confía primordialmente en procesiones rogatorias o en bendiciones de la tierra, sino que apuesta por los pronósticos meteorológicos y la más avanzada tecnología agraria.

Una línea de fondo recorre estas páginas: un discurso teológico que no sea compatible con los resultados de las ciencias no es un discurso bueno, pues conduce a una esquizofrenia mental, resulta increíble y, finalmente, aparece como mítico e incomprensible. Se convierte en un discurso desprestigiado, al que ninguna persona seria ni culta prestará la más mínima atención.

Pues si resolvemos el problema de la relación entre teología y ciencia diciendo que se encuentran en ámbitos distintos, imposibilitamos el diálogo y –lo que es peor– damos por sentado que Dios no tiene nada que ver en el ámbito en el que hoy día se mueven, consciente o inconscientemente, las personas. Pero si la fe pone en relación procesos naturales con una acción especial de Dios, entonces esta interpretación teológica exige que se demuestre su compatibilidad con las ciencias de la naturaleza.

¿Cómo actúa Dios en el mundo?, se cuestiona el título del volumen. Su modo de actuación no puede ser demostrado ni refutado por las ciencias de la naturaleza. Estas no están en condiciones de responder a preguntas teológicas. Con todo, los conocimientos científico-naturales están abiertos a interpretaciones teológicas. La teología tiene que hacer patente tal apertura, si no quiere que la fe cristiana deje de ser verosímil y relevante. Hay que mostrar que las ideas y las teorías físicas son compatibles con la interpretación teológica, aunque no fuercen a ella. El estado actual del conocimiento físico del universo es compatible tanto con una interpretación teísta como con una atea.

Dios no puede actuar directamente, siempre lo hace a través de causas segundas. Si actuase directamente, dejaría de ser trascendente y se convertiría en una causa mundana, en un elemento de este mundo. Una vez dejado claro este principio, hay que explicar qué sentido tienen los milagros; ya no pueden ser concebidos como intervenciones directas de Dios que compiten con la regularidad del mundo, que el creyente atribuye a la voluntad misma de Dios. Pero si no hay intervenciones directas de Dios en el proceso cósmico y biológico, ¿cómo entender la oración de petición a la que precisamente tal supuesto le es inherente?

Tres grandes desafíos

Son tres los grandes temas y los grandes desafíos que afronta en esta obra el profesor y teólogo alemán Christoph Böttigheimer:

  • 1. La acción creadora de Dios. Creación no es afirmar una primera causa o una cadena de causas, sino afirmar que todo está sostenido en el ser. Dios es aquel sin el cual nada es. La acción creadora de Dios no es una intervención en un orden ya constituido, sino la condición de posibilidad de ese orden, condición no analizable por las ciencias de la naturaleza.
  • 2. La acción histórica de Dios. Una acción siempre mediada por la voluntad “buena” de las personas buenas, una acción liberadora y una acción que no deja indiferente a Dios ante el sufrimiento humano, sino que, más bien, le hace com-pasivo, mostrando su fuerza más allá de todas las cruces, que él asume.
  • 3. La acción intervencionista de Dios (milagros y oración).

Recomiendo el libro especialmente a los profesores de dos materias teológicas: la Teología Fundamental y el Tratado de Creación. Por supuesto, también a los alumnos de teología, aunque conviene que lo lean despacio y, en ocasiones, orientados por el profesor. Esta obra es una excelente contribución al diálogo de la teología con la ciencia.

En el nº 2.973 de Vida Nueva

Actualizado
22/01/2016 | 00:28
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