Una obra de David G. Benner (Sal Terrae, 2011). La recensión es de Jesús Sastre.
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Abrirse a Dios. La ‘Lectio Divina’ y la vida como oración
Autor: David G. Benner
Editorial: Sal Terrae
Ciudad: Santander
Páginas: 192
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JESÚS SASTRE | El autor, profesor emérito de Psicología y Espiritualidad, imparte cursos con su esposa Juliet, a quien agradece que sea un ejemplo de lo que expone en este libro: la vida como oración. En la introducción se plantea el contenido fundamental: la apertura a Dios nos transforma.
Partiendo de la Lectio Divina, expone los cuatro modos clásicos de oración: atención, ponderación, respuesta y presencia. Los dos últimos capítulos son una síntesis del hilo conductor del libro: la vida como oración, la oración como vida y la oración que transforma la vida.
Cuando oramos, abrimos nuestro yo a Dios; esto es mucho más que hablar con Él. El verbo “abrirse” indica un dinamismo hacia la apertura plena: la entrega confiada a Dios, para que transforme la vida del que así ora. En consecuencia, la oración no es una práctica, sino el modo por el que Dios realiza en el creyente la “actividad espiritual de la transformación”.
Estas páginas son una ayuda para que el lector pase de la oración como “algo que hacer” a la oración como “modo de vivir la existencia”. El objetivo último de este camino no es que la persona ore, sino que la vida sea oración; entre uno y otro, hay pasos intermedios en los que ejercitarse cotidianamente.
El libro se lee con facilidad y gusto por el estilo experiencial que tiene en un doble sentido: refleja la experiencia de oración del autor y propone un itinerario de oración al lector interesado. La realización de los ejercicios que hay al final de cada capítulo ayudan a comprender y practicar lo que se ha leído.
Así, el lector se prepara para el encuentro con Dios y para dejarse sorprender por lo que descubre a través de los cuatro modos de oración de la Lectio Divina.
El contexto sociocultural y el nivel social condicionan, en buena medida, nuestro modo de entender y de vivir la imagen de Dios, la experiencia religiosa y la oración. Se puede comprobar en el desarrollo de los contenidos que, en los casos reales y los ejemplos propuestos, apenas hay referencias a los aspectos sociales de la vida que exigen un compromiso solidario; seguramente, están implícitos en la transformación personal y son entendidos como consecuencia del cambio interior.
Pero no es suficiente este enfoque, pues el alcance de “la vida hecha oración y la oración que transforma la vida” incluye el compromiso político de la fe no como simple consecuencia, sino como contenido importante en su misma configuración.
El libro se enriquecería con un capítulo que abordara la relación entre oración y la novedad del Reino de Dios inaugurado en Jesús de Nazaret y contextualizado en el mundo de hoy.
En el nº 2.785 de Vida Nueva.