Editorial

Un laicismo creciente de hechos y palabras

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EDITORIAL VIDA NUEVA | El PSOE ha retomado la campaña laicista que aparcó en la campaña electoral del 26-J. Y lo hace con hechos y palabras. Por un lado, arrinconando en Extremadura la asignatura de Religión en una hora semanal y rescatando Educación para la Ciudadanía. Por otro, en el curso de verano organizado por la Fundación Pablo Iglesias sobre “Estado, política y religión”, se han dejado escuchar pocas voces de cristianos socialistas y sí a muchos incapaces de reconocer las raíces cristianas y la aportación de la Iglesia a la España de hoy.

Afirmar que “un catolicismo imperante parece contaminar la propia esencia del ser español” supone tirar piedras contra su propio tejado y, también, al de los hogares de tantos ciudadanos españoles que, sabiéndose creyentes, han depositado su confianza en la papeleta del PSOE, confiando en que sus siglas representaban unos valores compartidos por el humanismo cristiano que ahora no solo rechazan, sino que menosprecian.

Con gestos así, cuesta reconocer al partido que defendió la aconfesionalidad del Estado en la Constitución y que ratificó –sin ir más lejos en 2006– el sistema de autofinanciación que consagran los Acuerdos Iglesia-Estado.

En el nº 2.997 de Vida Nueva. Del 16 al 22 de julio de 2016

 


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