EDITORIAL VIDA NUEVA | Pese a parecer una utopía, urge una solución concreta para el sempiterno conflicto palestino-israelí, cuyas autoridades iniciaron semanas atrás unas conversaciones que ya se encuentran en punto muerto.
¿Con qué consecuencias? Con el bloqueo de la población palestina, rodeada de todo tipo de carencias, y con el miedo incrustado en la israelí, siempre pendiente de una hipotética guerra por llegar. Ante este drama social, antes que político, es necesaria una respuesta política.
Una posibilidad creativa la ofrece en nuestras páginas Raed Abu Sahlia, director de Cáritas Jerusalén: un único Estado, laico y democrático. Sería el armazón ideal para dos pueblos (el hebreo y el árabe) y tres religiones (judaísmo, islam y cristianismo).
En el nº 2.861 de Vida Nueva. Del 7 a 13 de septiembre de 2013.
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