La opinión de Vida Nueva tras conocerse los últimos datos del IRPF
EDITORIAL VIDA NUEVA | Se cumplen diez años desde que la Conferencia Episcopal Española y el Gobierno de Rodríguez Zapatero acordaran un nuevo sistema de financiación a la Iglesia para que no se recibiera ni un euro de los Presupuestos del Estado y toda asignación quedara en manos de los ciudadanos, que, libremente, deciden desde entonces donar el 0,7% del impuesto de la declaración de la renta.
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Como muestran los últimos datos publicados, cada año se pasa este referéndum popular con un mayor respaldo, tanto en número de declarantes como en la cantidad recibida. A pesar de los esfuerzos de comunicación y la política de transparencia del Episcopado, hay quien sigue empeñado en falsear la realidad, hablar de privilegios inexistentes y cuestionar a qué se dedica esa cuantía.
Estos ataques a la Iglesia no deben sino servir de estímulo para actuar con más rigor y pulcritud en materia económica, para ser todavía más escrupulosos en el destino de ese dinero “regalado” por los españoles, para que cada euro recibido se invierta en ayudar a los que más lo necesitan, en sostener a aquellos que les ayudan y en dar a conocer con honestidad esta entrega que se da allí donde no llega el Estado.
En el nº 2.981 de Vida Nueva. Del 19 de marzo al 1 de abril de 2016
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