EDITORIAL VIDA NUEVA | En 1988, varias congregaciones religiosas que trabajaban en África decidieron implicar más directamente a las sociedades de sus países de origen en la labor educativa, sanitaria, asistencial y evangelizadora que realizan junto al pueblo africano. Así nació la Red África-Europa Fe y Justicia, una iniciativa que buscaba sensibilizar a ciudadanos y políticos de nuestro continente sobre las causas de la pobreza y la justicia que padecen nuestros hermanos del sur.
Hoy, 25 años después, al volver la vista hacia África (eterno escenario de guerras, acaparamiento de tierras o injusta explotación de recursos naturales), permanece viva la impresión –y el desafío– de que ese compromiso misionero precisa de todo nuestro apoyo para paliar una situación ya crónica.
En el nº 2.837 de Vida Nueva. Del 23 de febrero al 1 de marzo de 2013
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