Editorial

Justicia con las CEBs

Compartir

EDITORIAL VIDA NUEVA | Tras su ebullición al inicio del posconcilio, las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) han atravesado durante décadas una árida travesía por el desierto. Desconocidas para una gran parte de los cristianos y vistas con aires de sospecha por muchos de sus obispos, estas, aunque menguantes, han mantenido su identidad particular en contextos concretos de América Latina.

Aunque el hilo entre ellas y la Iglesia jamás se rompió. Como lo demostró el hoy programático Documento de Aparecida, que las definió como “escuelas que han ayudado a formar cristianos comprometidos con su fe” (DA, 178).

Ahora, reunidos en Brasil 4.000 de sus representantes, en lo que ha sido una fiesta de la fe vivida desde el compromiso con el sufriente, hasta 72 obispos les han acompañado. Tampoco ha faltado el aliento de Francisco, quien les dirigió un mensaje cargado de agradecimiento. Vuelven a ser modelo. Era cuestión de justicia.

En el nº 2.878 de Vida Nueva. Del 18 al 24 de enero de 2014.

LEA TAMBIÉN: