EDITORIAL VIDA NUEVA | No hay elecciones sin que algunos partidos no lancen a la arena, con aires de amenaza, la necesidad de romper los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979 por los que se regula la libertad de culto de la Iglesia católica.
Se habla de acabar con unas relaciones que favorecen privilegios y de ahondar en un Estado laico, cuando olvidan que vivimos en uno aconfesional y que las restantes confesiones mantienen sus propios acuerdos, en cumplimiento a un mandato constitucional. Aunque, quizás, lo que se quiere es cambiar la Carta Magna, para lo cual no es honesto utilizar estos subterfugios.
La Iglesia nunca se ha opuesto a mantener diálogos con ningún Gobierno, aunque no se debe esperar que baje a la arena a recoger guantes ajenos.
En el nº 2.934 de Vida Nueva. Del 21 al 27 de marzo de 2015
LEA TAMBIÉN:
- IGLESIA EN ESPAÑA: Electoralismo a costa de la Iglesia (si es usted suscriptor, puede acceder al artículo completo aquí)