EDITORIAL VIDA NUEVA | De que el tono de los mensajes de la Iglesia está cambiando, se han dado cuenta hasta quienes menos la frecuentan. También se emplean otras palabras: colaborar, diálogo…
Al menos, así lo creen las religiosas estadounidenses que fueron objeto de una visita apostólica de cuatro años, y que ahora, tras la presentación del informe vaticano sobre la misma, sienten que se conoce y se aprecia su realidad. Aquella investigación que inicialmente suscitó incluso rechazo entre ellas, queda hoy reflejada en unas páginas que contienen agradecimientos a su labor. El tiempo de las acusaciones o los posibles agravios ha quedado atrás. El tono imperante es “alentador y realista”, aseguran. La música de Francisco suena a ambos lados del Atlántico.
En el nº 2.922 de Vida Nueva
