Editorial

Asistencia espiritual en catástrofes: un servicio a las víctimas

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EDITORIAL VIDA NUEVA | La frialdad con la que el Gobierno y la Conferencia Episcopal se trataban en los últimos años, e incluso meses, parece haberse transformado en diálogo. Hasta hay quien podría ver un privilegio en el hecho de que el Ministerio de Justicia haya aceptado la propuesta de los obispos para elaborar un protocolo de asistencia espiritual ante tragedias como el accidente aéreo de Germanwings.

Pero no es un guiño hacia la Iglesia, sino un servicio garantizado para quienes, lamentablemente, tengan que pasar por un trance similar. De la misma manera que se establece cómo han de actuar los equipos de urgencia para asistir a las víctimas en lo físico y lo psicológico, resulta necesario que un sacerdote o un imán puedan atender desde el minuto cero a quienes ven rotas sus vidas o las de sus familiares de repente.

Bienvenido sea el acuerdo. Lástima que este cambio de actitud entre Moncloa y Añastro se perciba al finalizar la legislatura.

En el nº 2.947 de Vida Nueva. Del 27 de junio al 3 de julio de 2015

 

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