A lo largo del documento sobre la fraternidad universal, interpela al lector sobre su capacidad para tomar partido en la transformación del mundo a raíz de una cuestión fundamental: “¿Quién es mi prójimo?”
“La ‘cultura del descarte’ ha traído nuevas formas de pobreza y explotación a muchas mujeres, así como nuevas amenazas a su vida y dignidad”, ha dicho Francesca DiGiovanni