A pie de calle

Ianire Angulo Ordorika
Profesora de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola

Siempre se ha hecho así

Una de las cosas que me está sucediendo en esta temporada por Jerusalén es que pierdo la noción del tiempo. No solo es que esté recibiendo tantas impresiones que los días adquieran densidad y, a la vez, pasen volando en una paradójica mezcla de rapidez y lentitud. Además, la combinación de festivos según el lugar

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Cambiar el paso

No es por dar envidia a quienes me leéis, pero tengo la suerte de poder estar disfrutando de un tiempo de estudio en Jerusalén. Como os podéis imaginar, es una ciudad apasionante, llena de contrastes y de lugares especialmente significativos. Por mucho que sean días de investigación, el mero hecho de recorrer las callejuelas de

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‘Parresía’ y Segunda Enmienda

Me resultan siempre escalofriantes las noticias de matanzas en centros educativos que nos llegan de Estados Unidos cada cierto tiempo. No alcanzo a hacerme la idea del dolor que provoca que un lugar de aprendizaje y despliegue humano como es un colegio pase a ser un espacio de muerte, sufrimiento y traumas. ¿Quieres recibir gratis

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¿Por qué es tan difícil decir ‘no’?

Con el calor llegan también las ventanas abiertas y habitar durante más tiempo en las terrazas de las casas. Este mero dato puede parecer bastante lógico, pero tiene ciertas consecuencias con las que no siempre contamos. Una de ellas es que resulta inevitable escuchar la tertulia de la vecina de enfrente, especialmente cuando tú estás

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Testimonio con megáfono, testimonio silencioso

Vivo muy cerca de la plaza del Triunfo, en pleno meollo de Granada. Se trata de un pequeño parque con una fuente de esas que sirven como referente fundamental cuando quedas con alguien. El domingo pasado, cuando volvía de misa y de darme un paseíto por la ciudad, me encontré a un grupo de personas

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La difícil cesión del testigo generacional

No entiendo demasiado de tenis. Mis conocimientos básicos se los debo al empeño de mi formadora durante el noviciado, que es una apasionada de este deporte. Eso sí, las veces en que he visto un partido ha sido más por el ambientillo de hacerlo con otras personas que por el juego en sí. Con todo,

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Pegasus y el salmo 139

Me encanta disfrutar de mi anonimato y pasear por las calles sin que nadie me conozca. No es que tenga nada que ocultar, pero no ser conocida me permite reservar mi dimensión más personal solo para mí y para quienes voy dejando entrar en mi historia y en mi vida. Estos días, cuando la polémica

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¿Hacer payasadas?

No tengo ningún pudor en reconocer mi más profunda ignorancia en muchísimas cuestiones. Además, me encanta poder aprender, especialmente cuando personas que saben de ciertos temas me explican aquello que les resulta apasionante y, para mí, tan desconocido. Eso me permite, no solo saber, sino romper muchas de las ideas previas que inevitablemente nos montamos

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Jugar al Tetris en Pascua

Los que fuisteis a EGB como yo os acordaréis de ese juego ochentero del Tetris, en el que, con una música de lo más pegadiza, tenías que ir ordenando piezas de diversas formas que iban cayendo cada vez con más velocidad. Aunque seguro que aún existe alguna versión más moderna, junto al comecocos era uno de los primeros

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‘Llegaron de noche’, Herodes y la élite judía de Jerusalén

Creo que otra de las cosas que he recibido casi por ósmosis desde mi infancia es el gusto por el cine poco comercial. Este hobby es tan notorio que mis amigas no me dejan elegir película, por si decido que veamos una húngara premiada en no sé qué festival alternativo, por ejemplo, sin caer en la cuenta de que

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