(Enric Barrull Casals. Girona)El pasado 5 de marzo, Julián Ruiz Martorell fue ordenado obispo de Huesca. El domingo comenzó su pontificado en la diócesis de Jaca. Además de 26 obispos y tres abades, habían confirmado su asistencia dos miembros del Gobierno autonómico, el Justicia de Aragón, tres diputados, los alcaldes de Huesca y Jaca, el presidente y el fiscal de la Audiencia Provincial y el rector de la Universidad de Zaragoza, entre otros.
Es de agradecer, por parte de los católicos, que autoridades de todo tipo honren al nuevo obispo con su presencia. No obstante, pensando en los motivos que puedan ser la causa de tanta cordialidad con la Iglesia, llegué a la conclusión de que esta podría ser debida a que estamos en precampaña electoral. De todas maneras, gracias.
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En el nº 2.746 de Vida Nueva
