Verdad y misericordia

Ginés García Beltrán, obispo de Guadix-BazaGINÉS GARCÍA BELTRÁN | Obispo de Guadix-Baza

“El mejor gesto de caridad para con el hombre es ofrecerle la verdad, es decir, el proyecto salvífico de Dios sobre la humanidad…”.

El Papa ha convocado para el mes de octubre del próximo año un Sínodo extraordinario, que tratará de un tema de gran actualidad: “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. La asamblea sinodal tendrá que abordar el hecho de los matrimonios en dificultad. Lo que, sin duda, destacará la opinión pública.

Al hablar de este tema, creo que podemos resumir la actitud pastoral de la Iglesia en dos palabras: verdad y misericordia.

La Iglesia está llamada a anunciar la verdad que se contiene en la Revelación, y que ha sido transmitida, de modo constante, por el Magisterio de la Iglesia. Esta verdad muestra a los hombres, especialmente a aquellos que pasan por una situación de dificultad o debilidad, el rostro misericordioso de Dios Padre. La verdad exige la caridad, pero la verdadera caridad debe estar sustentada en la verdad. La Iglesia prestaría un débil servicio al mundo si ocultara la verdad bajo el pretexto de una falsa caridad. El mejor gesto de caridad para con el hombre es ofrecerle la verdad, es decir, el proyecto salvífico de Dios sobre la humanidad.

La verdad sobre el hombre marca la visión y los criterios de nuestra actuación en aquellos ámbitos que configuran la existencia. La visión cristiana del hombre nos revela que ante el otro, especialmente ante el que pasa por la prueba del sufrimiento, sea el que sea, es necesaria la acogida, cercanía, escucha y acompañamiento sincero, y tantas veces hecho de silencios, con el deseo de ofrecer luz y, sobre todo, comprensión y misericordia.

Es este un arte que debemos aprender. “Hace falta mucha sabiduría en nuestros días para curar el corazón de los hombres”, dijeron los obispos españoles hace unos años.

En el nº 2.867 de Vida Nueva.

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