Universo tú

dolores-aleixandre(Dolores Aleixandre, rscj) Yendo en autobús el día de San Juan, leí de refilón este anuncio: “Entra en el universo Tú”. Como venía dándole vueltas a lo del evangelio del día: “Es necesario que él crezca y yo mengüe”, me parecieron palabras providenciales que me animaban a salir del “universo yo” para entrar en el “universo Tú”. 

El desencanto me esperaba dos paradas más allá: otra vez el mismo anuncio, pero no invitando precisamente a adentrarse en la alteridad, sino a comprar un chismecillo electrónico gracias al cual “TÚ (o sea, YO) decides cuándo, cómo y dónde” (conectarte a Internet). Así que, en lugar de entrar en un universo ilimitado y espacioso, a donde se va a parar es a un sarcófago, o a aquella cabina telefónica en la que se asfixiaba José Luis López Vázquez.

No es la primera vez que me pasa algo así: atravesando hace muchos años un barrio marginal de Madrid en una mañana de niebla, me sobresaltó leer esta pintada en una pared: “Barrio nuevo de misión”. “¿Cómo es posible que esté ahí escrito lo que voy yo pensando?”, me pregunté asombrada. Pues no, no decía eso, sino esto otro: “Barrionuevo, dimisión”

Tengo que aprender a frenar mi imaginación cuando lea los anuncios.

En el nº 2.668 de Vida Nueva.

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