(Camilo Maccise– Mexicano, expresidente de la Unión de Superiores Generales)
“Les hice ver que el Apocalipsis de Juan se escribe en tiempos de persecución, pero sobre todo en situaciones de caos, exclusión y opresión permanentes como un mensaje a la comunidad cristiana para reconstruir su esperanza y su identidad”
Acabo de impartir un breve curso sobre el Apocalipsis de san Juan. Muchos de los participantes habían oído que este libro trae un mensaje de esperanza, pero no lograban entender su lenguaje lleno de símbolos, imágenes, luchas, escenas violentas. Querían comprender de qué manera ese libro “misterioso” podía animar sus esfuerzos y ayudarlos a superar el pesimismo persistente ante
una realidad donde imperan la corrupción, la miseria, la división, las guerras, las injusticias de todo género; donde los buenos siempre sucumben y los que buscan el cambio siempre pierden.
Les hice ver que el Apocalipsis de Juan se escribe en tiempos de persecución, pero sobre todo en situaciones de caos, exclusión y opresión permanentes como un mensaje a la comunidad cristiana para reconstruir su esperanza y su identidad. Este libro comporta una denuncia contra la idolatría del Imperio romano de aquel tiempo y de todo aquello que pretende erigirse como dios a lo largo de la historia. Muchas de sus expresiones son inteligibles sólo desde este trasfondo histórico. Además, en él, se confiesa a Cristo resucitado como el único Rey de reyes y Señor de señores (Ap 19, 16), el único absoluto. El lenguaje simbólico del Apocalipsis ha dado lugar a interpretaciones fundamentalistas que hay que descartar.
Al final del curso, los participantes entendieron con Dietrich Bonhöffer que, a causa de Jesucristo, “las grandes cosas son pequeñas, y las pequeñas son grandes; que lo que es exacto es falso, y lo falso exacto; que la desesperación está llena de promesas y que lo que está lleno de esperanza es cuestionado; que la cruz significa victoria, y la muerte vida”. El Apocalipsis es un libro que da la certeza y esperanza del triunfo definitivo del bien en tiempos de crisis.
cmaccise@vidanueva.es
En el nº 2.675 de Vida Nueva.
