Un hijo con síndrome de Down

(Clemente Ferrer– Madrid) El aspirante al caudillaje de los EE.UU., Barack Obama, se está encarando a arduos escollos ante el golpe de efecto de la primera mujer del Partido Republicano nominada para la vicepresidencia de la primera potencia mundial.

La irrupción en la escena política de la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, ha acaparado la curiosidad electoral del momento. El senador por Illinois dijo que una esposa y madre que ambicione ser la vicepresidenta de los EE.UU. “es un indicador más de que este país está avanzando”.

La aspirante Palin, de 44 años, arrolló en el concurso de belleza en Wasilla (Alaska), en 1984. Fue designada para la Vicepresidencia de su país el mismo día en que cumplía 20 años de sus esponsales. Además de por su belleza, descolló como deportista. Estudió periodismo. Es cristiana y destaca como una gran protectora de la vida. En abril de 2008 dio a luz a su quinto retoño, consciente de que germinaría con síndrome de Down.

Un autor del siglo XX, ante una hija ciega e inválida, dijo a sus padres: “¡Con qué alegría lleváis esta gran bendición de Dios! Que, posiblemente, en algún momento no habréis entendido, pero ahora lo estáis entendiendo”.

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