‘Un Dios prohibido’

Jesús Sánchez Adalid, sacerdote y escritorJESÚS SÁNCHEZ ADALID | Sacerdote y escritor

“Ya se estrenó Un Dios prohibido en los cines españoles, y no hay otra intención en la película que contar la verdad; aunque nos avergüence, nos duela o nos moleste…”.

Ya se estrenó la película Un Dios prohibido en los cines españoles. El hecho es muy importante. Pues si bien se empezó a ver en pases privados, su estreno comercial supone afrontar al público puro y duro; enfrentarse a las condiciones de la vida y la sociedad actual. La película se puede ver ya en 60 localidades. Y las primeras críticas empiezan a brotar.

La he visto. Es una historia dura, con la crudeza de la realidad y el drama de la Guerra Civil. La película narra los momentos precedentes al martirio de 51 claretianos de Barbastro (Huesca), jóvenes seminaristas los más de ellos. He de decir que, a pesar del bajo presupuesto y las limitaciones del momento presente, la película sale airosa y funciona con dignidad. El guión es muy bueno. Juanjo Díaz Polo no lo ha tenido fácil. El tema de fondo es muy delicado. Las sensibilidades están ahí. No obstante, se logra dinamismo, emoción, realismo e incluso humor.

Y también está ahí la fe. Quien se empeñe en buscar otra cosa, hará un ejercicio forzado y, finalmente, solo si es honesto, deberá reconocer que no hay otra intención en la película que contar la verdad; aunque nos avergüence, nos duela o nos moleste.

Pero es la historia de España, para bien y para mal. Para mal, porque aquel cainismo desbocado es lo peor de nuestro pasado; y para bien, porque en las actas de aquel martirio y en la película aparecen la valentía, la fidelidad, la esperanza, el amor, el coraje de la fe probada y, en definitiva, la gracia. Una productora como Contracorriente Producciones es hoy necesaria.

En el nº 2.857 de Vida Nueva

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