(Félix Martínez Jiménez– Cuenca) Recién iniciado el nuevo año, quisiera expresar aquí el que es mi deseo para 2010: que se abra la puerta para la esperanza a los cuatro millones de parados que, actualmente, registra España. Pocas cosas resultan más dañinas para la persona que el levantarse cada día con la sensación de que no se podrá hacer nada para llevar un sustento a los seres queridos.
El paro es una gran lacra para la familia. Y ahora hay más de un millón de familias en las que todos sus miembros carecen de trabajo… Miedos, tensiones, culpas… rupturas. ¡Que vean luz al final del túnel! Y que sepan que, sean creyentes o no, ahí tienen la mano amiga de la Iglesia.
En el nº 2.690 de Vida Nueva.
