UN CURA COMO DIOS MANDA, por Juan Rubio

Recibo la llamada de un cura de 80 años, párroco de un pueblo castellano con 235 vecinos. Llama para comentar su opinión sobre una noticia. Dice que se fue el médico, la maestra y el municipal, pero que él no se irá. ¡Cobra 557 euros de pensión! ¡Si oyeran las verdades que contó añorando, soñando, rezando, pataleando, riendo y llorando!

Compartir