Un “aggiornamento” digital

www.vidanueva.es

web(Xabier Pedroso Ortega) De 1958 a 2009  sólo hay un pequeño pero fecundo trecho de 2.652 (14 de marzo) ejemplares informando puntualmente. A lo largo de cinco décadas, en sus páginas se ha escrito con cariño y esfuerzo el latir semanal de la vida de la Iglesia. Después de estos diez lustros trabajando en la información religiosa no es tiempo de mirar con una nostalgia paralizante el pasado, sino de afrontar los nuevos retos informativos que el guante del futuro nos lanza con la madura sabiduría heredada. Unos desafíos que re-leemos evangélicamente como un kairós que nos exigirá mayor visión global, innovación y mucha pasión por continuar sirviendo, en fidelidad al Espíritu, a la Iglesia y al mundo.

Es por eso que Vida Nueva no cesa de crecer y rejuvenecerse. Muestra de ello lo tuvimos el 14 de febrero de 2008, en Madrid, cuando en medio de los actos jubilares de su cincuenta aniversario, se subía al gran aerópago de la era digital. El lanzamiento público al ciberespacio de su página web no ha sido una frívola moda pasajera, sino el esfuerzo sopesado por brindar una respuesta valiente, justa y necesaria en los tiempos de la Nueva Galaxia Gutenberg.

Valiente, por lo que supone asumir retos ilusionantes que nos hacen re-situarnos en la metamorfoseante realidad de forma exigente, con responsabilidad social y siendo capaces de afrontar los desafíos de la globalización, la diversidad local y las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Justa, por continuar afrontando desde la fidelidad creativa a su histórico bagaje, lleno de experiencia, prestigio y calidad profesional. Y necesaria para, en medio de la cacofonía mediática que rodea la información religiosa en España, seguir llevando una voz veraz, plural y responsable ad intra y ad extra de los muros eclesiales. 

Es por eso que la presencia en el universo de Internet, pretende seguir siendo un referente que supere retadoras fronteras. En primer lugar, la frontera física que impone el formato papel. Con vidanueva.es la información gana en dinamismo, agilidad y se abren atractivas potencialidades multimedia. El segundo límite superado es el que determinan la frontera geográfico-temporal. La información llega a los suscriptores más allá de las fronteras peninsulares y con mayor anticipación que en su versión impresa. Sobre todo a los fraternos lectores de América Latina y los enviados a anunciar la Buena Nueva por el ancho mundo.

Por último, la propia frontera digital en el terreno comunicativo de la información religiosa. Se amplia el atrio dialogal entre la fe y la cultura, la información y el Evangelio, entre la sociedad y la Iglesia, llevando a los internautas no sólo los grandes titulares del acontecer eclesial, sino “una palabra comprometida en la Iglesia”. Es por ello que la web no sustituye ni reemplaza a la versión en tinta, si no que dota a la revista de otro altavoz que amplifica su significatividad. Con su versión on-line la revista se hace estéreo. 

Constante crecimiento

Desde su nacimiento, el dominio registra un tránsito de visitas en constante crecimiento. En datos globales, y según análisis evaluativos del tráfico de enero, el número de usuarios únicos ha crecido un 37,75% respecto al mes anterior y se ha experimentado un 66,02% de visitas nuevas. El índice de páginas vistas cada vez que “entran” en la website se ha incrementado en un 32,09%, lo que refleja un alto índice de navegación por las secciones del contenido del portal. Unos índices de audiencia muy saludables y prometedores para un año en la Red, en la que aumentan las páginas vistas a sus informaciones. VN no sólo atisba el horizonte con esperanza, sino que camina con pasos seguros y decididos por un presente tan mutante como irrenunciable. Todo un “aggiornamento digital” para seguir al deseo conciliar de contribuir eficazmente a propagar y fortalecer el Reino de Dios y el compromiso papal de promover una cultura de respeto, diálogo y amistad en el “continente digital”.

En el nº 2.652 de Vida Nueva (especial 50º aniversario).

Compartir