Treinta millones

(Gabriel Roselló– Madrid) El virus de la muerte no se ha podido detener; el sida afecta a más de 30 millones de personas en todo el mundo. La Iglesia se ocupa del 26% de los enfermos de sida. En África los contagiados son atendidos, en gran parte, por instituciones católicas. Sacerdotes, religiosos y laicos ayudan a los miles de viudas, huérfanos y enfermos terminales de esta pandemia. La fidelidad, la abstinencia, la espera hasta el matrimonio, la monogamia, la abstención del uso de drogas, la evitación de cicatrices rituales realizadas con material contaminado… A través de estas medidas, millones de familias en el mundo están sanas.

ONUSIDA confirma que el 24% de las organizaciones humanitarias dedicadas a los portadores del virus están apoyadas por estructuras católicas. En Ginebra, organizado por la confederación de las Cáritas, estudiaron los modos de aumentar los recursos y la cooperación en la lucha contra el sida.

En el nº 2.675 de Vida Nueva.

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