Terrorismo y nuevo orden internacional

Algunos fechan en el fatídico 11-S la partida de nacimiento de un nuevo orden mundial. Un orden, al parecer, en cuyo alumbramiento está siendo fundamental el desorden, el caos. Otras fechas han jalonado, con las mismas características del terror indiscriminado, este doloroso parto: Madrid, Londres, Bali… Y ahora Bombay, con una nueva vuelta de tuerca en el modus operandi de unos terroristas que arrasaron dos hoteles dejando cerca de 200 muertos y más de 300 heridos. Frente a esta violencia irracional, la comunidad internacional habría de evitar dos tentaciones: cerrar los ojos y no ir al fondo de la causas, creyendo que la solución militar es la única efectiva, y considerar que detrás de tanta barbarie está la religión. No es un ideal religioso quien guía esta violencia fanática. Es una perversión aderezada con mil y un aditamentos, entre ellos los políticos y económicos. ¿Habrá que recordar que, como ha dicho Benedicto XVI, la violencia está en contra de la verdadera naturaleza de Dios y del alma del ser humano?

En el nº 2.639 de Vida Nueva.

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