… y me invito a pensar, a orar, y a colaborar. Hay razones. Japón, Libia, Haití, Costa de Marfil… son ejemplos. El hambre, las drogas, el analfabetismo, la desigualdad, el maltrato, el paro, la violencia sexual… son problemas latentes. No podemos criticar al sistema y, mientras tanto, vivir de él. Hace falta una opción radical. Difícil reto. ¿Quién se atreve?