Somos menos

+ FERNANDO SEBASTIÁN | Arzobispo emérito

“Si la población disminuye es porque los nacimientos no llegan a la cifra normal de tres o cuatro hijos por familia. A partir de ahí habría que revisar y valorar todas las demás cosas”

El dato apareció en los medios de comunicación hace pocos días: los españoles somos menos que en el año anterior.

Es la primera vez que ocurre esto desde que se conocen los datos de población. Se trata de explicar el fenómeno como algo coyuntural, pero se calla la causa principal: en España no nacen niños, los matrimonios no tienen hijos. Son muchas las causas. La sexualidad se vive independientemente del matrimonio y de la fecundidad, se retrasa la edad de los matrimonios, las necesidades económicas se resuelven evitando la llegada de los hijos, el aborto se utiliza cada vez más como recurso contra la natalidad. Los matrimonios con hijos no reciben ayudas.

Si la población disminuye es porque los nacimientos no llegan a la cifra normal de tres o cuatro hijos por familia. A partir de ahí habría que revisar y valorar todas las demás cosas: las formas de trabajo y de vida, el precio de las viviendas, la educación que reciben nuestros jóvenes, la carencia de políticas familiares positivas. Nadie quiere revisar de verdad la situación. Preferimos hundirnos en nuestros propios errores antes que rectificar. Siguen las políticas antinatalistas y las propagandas abortistas, nadie piensa en políticas de apoyo a la natalidad y a la estabilidad de las familias.

La verdad es que hace 30 años que vivimos contra la ley natural. Y vivir contra ella es suicidarse. Los españoles, por lo que sea, no quieren tener hijos. Con lo cual, la sociedad española se consume, se termina. Otros vendrán a ocupar el sitio de los que no nacen. España seguirá, pero será otra sociedad diferente. La actual ha decidido terminar consigo misma. La gran apostasía termina en suicidio colectivo.

En el nº 2.770 de Vida Nueva.

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