Señales de aliento en Irak

“Pequeñas señales de esperanza”. Es la lectura que los obispos de Irak han querido hacer de la actitud del gobierno, durante estas Navidades, hacia la comunidad cristiana, horriblemente perseguida y discriminada los últimos cinco años. La buena disposición de las autoridades se evidenció el 20 de diciembre: el Ministerio del Interior promovió una fiesta en un parque público de Bagdad (en la foto), durante el que se premió a personas destacadas en el diálogo interreligioso, y además se animó a los cristianos emigrados (unos 250.000) a que regresen. Nada que añadir a las palabras de Shlemonn Warduni, obispo auxiliar de Bagdad: es un “primer paso alentador”, aunque sigue habiendo “muchas cuestiones sin resolver”.

En el nº 2.642 de Vida Nueva.

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