Seis meses de ternura

JUAN GARCÍA (CÁCERES) | No debemos tener miedo de la bondad y la ternura. Son palabras del Papa en la Misa de inicio de pontificado, hace seis meses. No se podía calibrar entonces hasta qué punto anticipaban un estilo lleno de gestos de cercanía, especialmente hacia los pobres.

Llegaba de “casi el fin del mundo” un pastor que elegiría a los inmigrantes de Lampedusa como destinatarios de su primer viaje. Desde entonces, no se ha cansado de predicar con el ejemplo esa ternura que hace visible la misericordia de Dios. Al visitar un centro de refugiados, Francisco aludía a la necesidad de ser comunidades solidarias que vivamos el amor de forma concreta.

En el nº 2.866 de Vida Nueva

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