Se levanta la sesión

(Antonio Gil Moreno) Siquiera sea por proximidad –los hechos han sucedido en la bella localidad cordobesa de Baena–, bien merece evocar el famoso pleno de su Ayuntamiento, en el que el representante de IU pidió que se eliminara el crucifijo porque “atenta contra el principio de aconfesionalidad del Estado español y constituye una lesión de los derechos fundamentales de las personas”. Pero la noticia no está en la petición de IU, sino en la reacción del alcalde del PSOE, Luis Moreno, plantándose y asegurando que “este crucifijo –situado a su lado y señalándolo– ni atenta contra la Constitución ni contra los derechos de los ciudadanos baenenses, y me parece ofensivo que ustedes lleguen a esta muestra de revanchismo y sectarismo. Pregúntenles a los baenenses si les molesta el crucifijo. Este Cristo estará aquí mientras yo sea alcalde. Se levanta la sesión”.

Inmediatamente, el vídeo del pleno saltó a YouTube, alcanzando cifras impresionantes de visitas, generando comentarios, sobre todo, a favor del símbolo religioso.

Dos conclusiones a bote pronto: la primera, que los temas religiosos desembocan muchas veces en polémicas, en vez de abrirse al encuentro y al diálogo. Y la segunda, que la presencia exterior de imágenes sólo se entiende como reflejo de su presencia interior, en la mente, en el corazón
y en el testimonio. Lo demás será espectáculo. O, lo que es peor, enfrentamiento. Todo menos religiosidad y cristianismo. Se levanta la sesión.

En el nº 2.675 de Vida Nueva.

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