(+ Raúl Berzosa– obispo auxiliar de Oviedo)
“En 1887 fueron condenadas 40 proposiciones de Rosmini (…) La Congregación para la Doctrina de la Fe (…) llegó a la siguiente conclusión: que actualmente se pueden considerar ya superados los motivos de preocupación y de dificultades doctrinales de la obra de Rosmini”
Tal vez sea Rosmini el más importante de los pensadores italianos del siglo XIX. Escribió obras de espiritualidad, filosofía y teología. Se hizo famoso, sobre todo por Las cinco llagas de la santa Iglesia, que data del año 1846. Con voz profética, denunció las tentaciones o peligros que amenazaban a la Iglesia de su tiempo y que siguen siendo muy actuales.
Primera llaga: la separación entre el pueblo cristiano y el clero, sobre todo en la liturgia. La liturgia no es sólo del clero, sino del pueblo de Dios.
Segunda llaga: la insuficiente formación cultural y espiritual del clero, que le impide dialogar con la nueva cultura emergente y que abrirá un foso entre fe y cultura.
Tercera llaga: la desunión de los obispos, entre sí y con el clero y con el Papa. Es la falta de comunión fraterna que provoca el carrerismo y el buscar cada cual su parcela de poder.
Cuarta llaga: la injerencia política en el nombramiento de los obispos. Abogaba, siguiendo la praxis primitiva, por que fueran los propios sacerdotes y el pueblo de una diócesis los que nombraran a sus obispos.
Quinta y última: la riqueza de la Iglesia, que esclaviza a los eclesiásticos y que va unida con mucha frecuencia a la falta de transparencia administrativa.
En 1887 fueron condenadas 40 proposiciones de Rosmini. Dicha condena fue condonada en 2001. La Congregación para la Doctrina de la Fe, después de un profundo examen de los decretos doctrinales promulgados en el siglo XIX, y teniendo en cuenta los resultados obtenidos por la historiografía y la investigación científica y teórica de los últimos decenios, llegó a la siguiente conclusión: que actualmente se pueden considerar ya superados los motivos de preocupación y de dificultades doctrinales de la obra de Rosmini. El 18 de noviembre de 2007 fue beatificado por la Iglesia católica. Toda una lección para no olvidar.
En el nº 2.673 de Vida Nueva.
