Respeto a los mayores

JOSÉ GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ. BARCELONA | Últimamente, se están conociendo casos lamentables de personas mayores que han sido inducidas a contratar o adquirir productos que les han sido ofrecidos como muy rentables o muy necesarios para su salud.

Resulta que estas personas mayores, cuando han necesitado su dinero para algo perentorio, se encuentran con la sorpresa de que en la letra pequeña del contrato existe una cláusula por la que se han comprometido a mantener su dinero inmovilizado durante varios años.

¿Es moralmente aceptable que se juegue así con la credulidad y buena fe de las personas mayores? ¿Es lícito que unas empresas ideen productos cuasi fraudulentos y que lancen al mercado a unos empleados que, para lucrarse de unas ganancias, remuevan la tranquilidad de unos jubilados que ya no están para aventuras financieras, y más con la situación actual?

Hay que hacer un llamamiento a la honradez, a la sinceridad e, incluso, a la caridad fraterna, para que estos sucesos no vuelvan a producirse nunca más.

En el nº 2.800 de Vida Nueva.

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