Refundar el movimiento bioético

Fernando V¡dal(Fernando Vidal– Profesor de Sociología en la Universidad Pontificia Comillas)

“Hay un problema estructural para ampliar el movimiento [bioético]: los grupos provida no gozan de suficiente confianza. Como movimiento social, es de los menos eficaces. Hay buena intención pero son ideológica y confesionalmente herméticos, lo que impide alianzas y formar mayorías”

La Ley Zapatero del Aborto ha provocado que, por primera vez en décadas, haya más gente en contra que a favor de la ampliación del aborto. El 97% de la ciudadanía cree que el aborto tiene efectos negativos; el 90% piensa que existen insuficientes alternativas y el 82% opina que con más apoyo económico disminuiría el aborto. ¿Quién es voz de esas abrumadoras mayorías? Se encuentran sin suficiente y eficaz cauce.

La Biopolítica va a crecer como campo de discusión pública. Su agenda incluye clonación, diseño genético, transgénicos, eutanasia, aborto, etc. Movimiento ecologista, movimiento bioético y movimiento contra la pobreza, aunque viven de espaldas, tienen campos convergentes. Todos nos veremos interpelados a activarnos cívicamente en esos biodebates. Cada vez será más necesario un movimiento bioético que haga suya la defensa de la dignidad humana ante la gran industria, las penetrantes biopolíticas neoliberales y las ideologías flotantes.

Sin embargo, hay un problema estructural para ampliar el movimiento: los grupos provida no gozan de suficiente confianza. Como movimiento social, es de los menos eficaces. Hay buena intención pero son ideológica y confesionalmente herméticos, lo que impide alianzas y formar mayorías. Están aislados del resto de movimientos sociales y provoca suspicacia que estén asociados a posiciones neoliberales, xenófobas o autoritarias. Hay que reconocer a los grupos provida el mérito de defender contracultural-mente, y muchas veces en solitario, esta cuestión. También hay responsabilidad en quienes, muy sensibilizados por los pobres, no dan a su vez activa prioridad a lo bioético. Para responder al desafío bioético del futuro es necesario refundar un movimiento más plural, más aliado e inclusivo.

En el nº 2.681 de Vida Nueva.

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