Obama ha logrado una histórica reforma del sistema sanitario de EE.UU, más modesta de lo que él pretendía, pero que dará cobertura a 32 millones de personas que hasta ahora no tenían ningún seguro. La aprobación de la Cámara de Representantes, el 21 de marzo, fue el penúltimo trámite de una ley, por otra parte, muy polémica para la Iglesia. Durante los muchos meses de debate político, el amplio colectivo provida, liderado por los obispos católicos, ha criticado que se previeran fondos federales para financiar abortos, y antes de la votación advertían que, de aprobarse la ley con ese “defecto”, “el coste es demasiado elevado”. El compromiso de Obama a última hora de que no habrá esos fondos le ha conseguido el imprescindible apoyo de varios congresistas católicos.
En el nº 2.701 de Vida Nueva.
