Preguntas a Jesús para el 2011

(Ricardo Cuadrado Tapia, OP- Correo electrónico) ¿Por qué, Señor, este planeta se compone de ricos y pobres? ¿Por qué a muchos organismos de los países ricos y a sus ciudadanos les inquieta poco que 1.100 millones de personas en el mundo no tengan acceso al agua potable, y que 2.400 millones carezcan de servicios mínimos de salud? ¿Por qué, Señor, el presupuesto total con el que contó el presidente de EE.UU. en 2004-2005 ascendió a 2,3 billones de dólares y sólo se necesitarían 100.000 millones de dólares hasta el 2015 para acabar con el hambre en el mundo? ¿Por qué, Señor, los países ricos (G-8 y G-20) no dan esos 8.000 millones de dólares para conseguir la educación primaria para todo el mundo? ¿Por qué, Señor, 2.800 millones de personas viven con menos de dos dólares diarios? ¿Por que, Señor, el grito “¡me muero de hambre!” es el grito silencioso del 40% de la humanidad? ¿Por qué más de 826 millones de personas sufren en el mundo malnutrición crónica? ¿Por qué, Señor, el hambre ha matado al triple de personas que todas las guerras del siglo XX? ¿Por qué, Señor, cada año mueren 13 millones de niños por hambre, desnutrición e infecciones? ¿Por qué, Señor, Unicef denuncia la muerte de 30 niños, cada minuto, por hambre y desatención? ¿Por qué, Señor, más de 100 millones de niños todavía no están escolarizados? ¿Por qué, Señor, millones de enfermos mueren antes de tiempo a causa del sida, malaria, tuberculosis y otras enfermedades comunes por no tener acceso a servicios médicos y farmacéuticos adecuados? ¿Por qué tantos cientos de personas arriesgan su vida en desprotegidos cayucos por mares peligrosos en busca de otra orilla en la que, al menos, sea posible la supervivencia? ¿Por qué, Señor, los 189 jefes de Estado que firmaron conseguir los ocho Objetivos del Milenio para 2015 no han cumplido los plazos? ¿Por qué, Señor, de los 211 millones de embarazos que se producen cada año, 46 millones terminan en abortos? ¿Por qué, Señor, con la legalización del aborto, que es un holocausto terrible, desaparecen legalmente millones de inocentes? ¿Por qué, Señor, habiendo tantos matrimonios que desean adoptar un niño, hay tantos impedimentos para hacerlo realidad?

En el nº 2.736 de Vida Nueva.

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