Escuchar a los novios es un regalo

MARÍA DE LOS ÁNGELES BATICONO. Coordinadora de los cursillos prematrimoniales de la parroquia de San Francisco de Sales (Madrid) MARÍA DE LOS ÁNGELES BATICONO  | Coordinadora de los cursillos prematrimoniales de la parroquia de San Francisco de Sales (Madrid)

Parece que fue ayer, pero ya han pasado 28 años desde que Bernardo, párroco de San Gabriel, nos embarcó en el proyecto de participar en los cursillos prematrimoniales. Desde el principio, los cursos se imparten en el Colegio San Juan Bautista que los salesianos tienen en Estrecho (Madrid). Hemos conocido a seis párrocos de la parroquia del colegio en este período: Octavio, Jesús, Manolo, Fidel, Julio y ahora Mariano. Todos ellos extraordinarios, verdaderos amigos que nos han animado y enseñado a participar en los cursillos como una parte fundamental del equipo, porque somos un equipo. Un grupo de cuatro matrimonios y un sacerdote.

A lo largo de estos años hemos visto evolucionar la postura de la sociedad hacia el matrimonio y, en particular, hacia el cristiano. Recuerdo que al principio teníamos cursillos nueve meses al año con más de 20 parejas en cada uno. En 1989 contamos con uno de 48 parejas. Ahora no tenemos tantas, pero las que vienen lo hacen porque verdaderamente quieren, porque es notable que hay menos presión social para casarse, mucho menos por parte de la Iglesia.

Llevo casi tres décadas siendo la coordinadora de estos cursillos; creo que soy más Marta que María. Organizo, hablo poco y escucho mucho. Estoy presente todos los días de los cursillos –se celebran de lunes a viernes– y tengo que decir que es un regalo poder escuchar a los novios. Han pasado más de 2.000 parejas por aquí y nos han dado mucho más de lo que nosotros les ofrecemos.

Nos obligan a hablar entre nosotros, como equipo y como parejas, para poder preparar los temas sobre los que tratamos. Y al hablar en pareja de lo que tenemos que decirles a los novios, nos hacen repasar sobre cómo estamos nosotros, cómo vivimos lo que les queremos transmitir. Sin duda, nos obligan a pensar cómo nos encontramos en los aspectos fundamentales de nuestra relación de pareja. Es un examen de conciencia continuo que nos impide que demos aspectos fundamentales como sabidos.

Y eso es precisamente lo que les decimos a los novios, que no vamos a enseñarles nada nuevo, pero sí que vamos a ayudarles a pensar en aspectos fundamentales de la pareja, que se dan por sabidos, que tienen que sacar a flote y ponerlos en el horizonte para que les sirvan de guía y puedan avanzar en la dirección adecuada. A decir verdad, muchas veces nos entran dudas sobre si sirve de algo lo que hacemos. La verdad es que no lo sé, aunque espero que sí. En cualquier caso, estamos donde nos han pedido que estemos y, si seguimos después de 28 años, será porque el Señor así lo quiere.

De todas formas, tengo que reconocer que tenemos poco mérito, porque nos encanta lo que hacemos. En definitiva, en los cursillos prematrimoniales lo pasamos realmente bien.

En el nº 2.960 de Vida Nueva.

 

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