El pasado 31 de agosto, la Cadena COPE abrió una nueva etapa que, desde estas páginas, queremos saludar con esperanza. Una nueva singladura en la que confiamos que se destierre definitivamente de “la emisora de la Iglesia”, como se la conoce popularmente, la estridencia que, a todos los niveles, la acompañó en la etapa de Federico Jiménez Losantos, quien ahora masca su venganza en forma de libro. Desde aquí compartimos con su sucesor –y hasta hace poco mano derecha– que la información, aun cuando sea crítica, es siempre compatible con el respeto a la dignidad de las personas y la educación. Y, desde luego, mucho más acorde con el Ideario de esa empresa católica y el sentir de la mayoría de sus oyentes.
En el nº 2.673 de Vida Nueva.
