Mª JESÚS M. MARTÍNEZ. ARGANDA DEL REY (MADRID) | Quería felicitarles por el magnífico Pliego del número anterior, que, con el fin de dar a conocer la 54ª Campaña contra el Hambre de Manos Unidas, profundiza en el tema elegido para esta edición: la igualdad entre hombres y mujeres. La necesaria igualdad, diría yo.
Hablo de necesidad incluso antes que de justicia. Porque no nos engañemos: ¿cómo va a salir el mundo adelante si al menos la mitad de la población no tiene las mismas oportunidades en sus respectivos países? Sin la necesaria presencia de las mujeres en la educación, ¿cuántas profesoras, médicas y abogadas pierden sociedades que, además, más necesitan de personal en estas profesiones?
Todos padecemos los efectos de la crisis. Dicen que este año comenzaremos a ver la luz al final del túnel. Lo mismo dijeron del año pasado, y del anterior… No, solo caminaremos hacia un mundo mejor, aparte de más justo, cuando se apueste, de verdad y de un modo generalizado, por un caudal humano desaprovechado por la cerrazón de algunos. La humanidad del mañana será igualitaria o no será.
En el nº 2.835 de Vida Nueva.
