Muertes heroicas

JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Profesor CES DoJesús Sánchez Camacho, profesor CES Don Boscon Bosco

Antes de integrarse en el proyecto PPC en 1955, Pax experimenta diversos cambios desde su fundación en 1944. Este suplemento de la revista sacerdotal Surge, germen de Vida Nueva, “estrena traje nuevo” en el nº 37 de enero de 1953. Ninfa Watt, exdirectora de Vida Nueva, que ha estudiado profundamente este período en su tesis doctoral Vida Nueva. Medio siglo de historia de una revista (1958-2008), afirma que, “como novedad y modo de contacto con los lectores, comienzan los concursos que tendrán continuidad durante años” (p. 169).

hace-50-anos-2El 1 de mayo de 1965, el semanario conserva esa relación con los lectores dando a conocer los diez mejores reportajes y cuentos seleccionados. En el nº 468 se publica El drama íntimo de don Pepito el torero. Antonio Moraleda nos describe a un torero que, tumbado en el Hotel X, experimenta “su diaria sesión de infierno”. “Era horrible tener que seguir viviendo esta vida absurda”, espetaba don Pepito todos los días, deseando que una cornada le sacara las tripas.

Esta “sería una muerte heroica y muchísimo más digna de la que tanto temía”. El autor del cuento nos narra a un diestro que quiere morir para vengarse de su público, luciendo “su imaginaria figura estilizada en azul y oro”. Pero nunca lo pudo lograr. Porque don Pepito, en realidad, trabajaba con acróbatas, un charlot, y una banda de música vestida de marineros. Era un torero bufo
al que “los aplausos del riente público se le clavaban en el alma como puñales”.

A menudo, cuando los sueños no se alcanzan, prefieres arriesgar la muerte antes que tragarte tus propias lágrimas de resignación. Don Pepito, paralizado por su drama, no hace por transformar la realidad. Pero hay quienes, en la pelea contra la frustración, son vencidos por marejadas de muerte. Como la derrota de las novecientas personas que naufragaron días atrás en el Mediterráneo.

Son héroes anónimos de un drama que ha inmunizado la sensibilidad del público. En este tipo de tragedias, nunca se llega a conocer el nombre de los protagonistas.

En el nº 2.939 de Vida Nueva

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