JOSÉ PANIEGO RIVERO, S. G., Vice-postulador de la Causa Gabrielista | Leyendo Vida Nueva, he podido observar que en dos ocasiones se mezcla esta terminología: “La Iglesia celebrará, en otoño, la beatificación masiva de 300 mártires de la Guerra…”. “Si este criterio fuera escuchado, las beatificaciones de los mártires de la Guerra Civil…”.
Entre los años 1934-1939, hubo en España una persecución religiosa que martirizó a más de 8.000 obispos, religiosos, religiosas y cristianos solo por el hecho de creer en Cristo. Si bien esta persecución coincidió con la Guerra Civil española, el hecho martirial no tiene nada que ver con la misma. Los mártires no militaban ni en los ejércitos republicanos ni en los de Franco; murieron porque militaban en las huestes de Cristo.
Pediría a la Iglesia que acelere la beatificación de las causas pendientes para poner punto y final a unos momentos tristes de nuestra historia y tener una delicadeza con los correligionarios de nuestros días de aquellos que fueron los verdugos de nuestros mártires.
En el nº 2.832 de Vida Nueva.
