Los Objetivos del Milenio

(Hno. José Paniego Rivero, S.G. –Torroella de Montgrí, Girona) Después de leer el interesante artículo sobre los Objetivos del Milenio aparecido en el número 2.722 de Vida Nueva, se extraen conclusiones tan importantes como que, si bien ha disminuido un 10% el número de las personas que pasaban hambre, aún hay 925 millones de seres humanos que carecen de los alimentos necesarios. A la vez, la mayoría de los 189 países, que se comprometieron a dedicar a este reto el 0,5% de su PIB, no han cumplido su palabra.

Me permitiro proponer algunos cambios estructurales para su consecución: que desaparezcan los arsenales atómicos de carácter bélico; que los vuelos espaciales, en busca de vida en otros planetas, se aplacen  hasta que los habitantes de la Tierra tengan alimentos suficientes, una escuela donde educarse y un hospital en donde curar sus enfermedades; que los países ricos, que en algunos casos se han enriquecido con la industrialización de las materias primas que compran a los países, pobres pagándoles una misera, sean pagadas con un precio justo, y que su industrialización se realice en los países de origen de dichas materias primas, con el fin de crear allí puestos de trabajo.

El cambio del corazón de los hombres de los países ricos consistirá en que dejen de adorar al “becerro de oro” (dinero y placer) y adoren los mandamientos de amor, justicia  y solidaridad que Dios nos propuso desde la cima del Sinaí.

En el nº  2.728 en Vida Nueva.

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