Los obispos cubanos oran en la casa natal de su patrona

Un misionero de Illescas llevó a la isla la devoción por la Virgen de la Caridad

(Juan M. Castelblanque) El monasterio de la Virgen de la Caridad de la localidad de Illescas, en la provincia de Toledo, vivió el pasado 7 de mayo una jornada histórica, al recibir la visita de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) al completo.

Tras haber viajado la semana anterior al Vaticano para su visita ad limina, donde tuvieron la oportunidad de contemplar los sepulcros de los apóstoles Pedro y Pablo y de mantener un encuentro con el papa Benedicto XVI, los prelados caribeños acudieron a este municipio toledano para fortalecer los lazos históricos que les unen desde que en 1612 el misionero franciscano Francisco Sánchez de Moya, natural del mismo, mandó construir un santuario en el término cubano Real de Minas de Cobre, lugar donde hoy es venerada la Virgen de la Caridad del Cobre como patrona de la isla.

La jornada, promovida y organizada por la Parroquia de Santa María y el Patronato de la Fundación del Hospital de Nuestra Señora de la Caridad, supuso el hermanamiento entre la Iglesia cubana y la illescana.

La comitiva cubana estuvo presidida por su presidente y arzobispo de Camagüey, Juan García Rodríguez; el cardenal de La Habana, Jaime Ortega Alamino; y el arzobispo metropolitano de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, quien ofició una eucaristía en la iglesia del monasterio concelebrada por todos los obispos.

El arzobispo de Santiago de Cuba, que dedicó casi la totalidad de su homilía a resaltar la devoción que por María de la Caridad sienten tanto el pueblo cubano como el illescano, afirmó que a pesar de los tiempos complicados por los que ha pasado esa devoción, en los que tenerla era “algo que no se veía bien ni moderno”, su arraigo y la presencia de la Virgen han logrado que “forme parte de nuestras raíces y del ser de Cuba”, aunque, a diferencia de Illescas, allí la devoción “quiso hacerse criolla”.

Además, en su homilía el metropolitano de Santiago de Cuba abogó por practicar la paz y desterrar el odio como la mejor arma con la que luchar contra “los momentos de cierta oscuridad” y alcanzar “la paz, la solidaridad y la justicia”.

Una vez finalizada la misa, se incorporó a los actos el vicepresidente de Castilla-La Mancha, Fernando La Mata, para acompañar al alcalde de Illescas y presidente de la Diputación de Toledo, José Manuel Tofiño, en la firma del convenio de hermanamiento entre la villa toledana y la COCC.

Antes de la eucaristía, el presidente de la COCC había recibido una misiva de la Plataforma Cuba Democracia ¡Ya!, firmada por exiliados cubanos residentes en España, en la que solicitaban una mayor “comprensión” hacia el “laicado comprometido con la sociedad civil”. En la carta se pedía a los prelados “que se abran más, y sin tibiezas, con los promotores del cambio en Cuba”.

Tras el acto de hermanamiento, el jueves 8 los obispos cubanos prosiguieron su peregrinación mariana desplazándose hasta el Santuario de la Virgen de Lourdes, en el sur de Francia. Previamente, habían visitado ya la Basílica del Pilar de Zaragoza.

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