Las vacaciones y la televisión

(Elena Baeza, miembro de ATR-Andalucía- Correo electrónico) Que el televisor ya no es el único instrumento de ocio para la infancia es la realidad. Pero también están en su derecho padres, educadores y telespectadores en general de estimular unas televisiones generalistas -privadas o públicas- con espacios agradables para toda la familia. Además, los padres tienen el derecho de exigir que las normas de protección al público infantil y adolescente sean objeto de especial atención durante los casi tres meses que éstos pasan sin colegio; horas difíciles de llenar sin recurrir a la televisión.

Las asociaciones de telespectadores no criminalizan a las cadenas, al contrario, están convencidas de que a los niños les siguen atrayendo determinados programas.

En ese sentido, la revista Contraste (guía para el espectador de iCmedia, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de los Medios) “anima a todas las televisiones, cualquiera que sea su sitio en el mercado, a esforzarse para ser especialmente sensibles con los niños, de manera que: primero, pongan más énfasis en la calidad de los programas; y segundo, no bajen la guardia en la vigilancia de los espacios de protección reforzada (17:00 a 20:00 horas), de manera que el tiempo de verano no sirva de excusa para una mayor relajación en este buen servicio. Porque los beneficiados son los niños y los niños son de todos, también de la televisión que les capta”.

La televisión es una ventana abierta al mundo, por tanto merece la pena hacer el mayor esfuerzo por que ésta sea un atrayente en el que los niños puedan desarrollar su imaginación y observar conductas con ejemplos donde se aprendan a resolver problemas y formarse como personas. ¡Todo es posible, si se pone el mayor entusiasmo, todo el que merecen nuestros hijos!

En el nº 2.664 de Vida Nueva.

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