La Iglesia burgalesa centra su trabajo en la iniciación cristiana

La Diócesis ya tiene preparado el Plan Pastoral para los próximos cinco años

(Juan M. Castelblanque) La diócesis de Burgos ya tiene ultimado su Plan Pastoral para los próximos cinco años, que comenzará a aplicarse en septiembre. Su temática, la iniciación cristiana, ha sido elegida por varias razones: “La primera es cumplir el mandato fundamental que Cristo encargó a los apóstoles el mismo día de su Ascensión: ‘Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, se condenará’ (Mc 16, 15-16)”, señala Máximo Barbero, vicario de Pastoral de la diócesis de Burgos.

La segunda es la actual situación social. “El hombre de hoy vive una época neopagana, distinta de la de hace unas décadas, con una mentalidad distinta, con unas aspiraciones muy diferentes, con un ritmo de vida estresante, con una sociedad plural de trabajo, de consumo, de actividad, de tiempo libre, etc”, comenta Barbero.

“La tercera es la nueva situación religiosa en la que viven nuestros contemporáneos, como consecuencia del cambio de época”, afirma el vicario de Pastoral de Burgos, para quien “la transmisión de la fe a las nuevas generaciones ya no se realiza por ósmosis, es decir, por el influjo de la familia, de la sociedad, del colegio, etc. Lo cual debe llevarnos a buscar una propuesta de fe diferente. En la que se potencien las tres etapas propias de la iniciación cristiana: misionera, catecumenal y mistagógica”.

Unas razones que han llevado a la Conferencia Episcopal Española a pedir que la iniciación cristina sea un tema pastoral prioritario en diversos documentos tales como La Iniciación Cristiana, Los primeros pasos en la fe o el nuevo catecismo Jesús es el Señor.

Revitalizar comunidades

El fin fundamental del nuevo Plan Pastoral, A vino nuevo odres nuevos, es lograr que la iniciación cristina sea una realidad que se dé a la vez existencial y sacramentalmente, “es decir, que los sacramentos de iniciación vayan acompañados de un adecuado proceso, que logre la incorporación vital y real en la fe cristiana”, señala Barbero.

Para ello, el plan tiene dos objetivos generales: “Con el primero, pretendemos revitalizar nuestras comunidades, para poder trasmitir la fe con más ardor y convicción. Renovar nuestras comunidades según el espíritu de las primeras que perseveraban asiduamente en la enseñanza de los Apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. El segundo es renovar y revitalizar la pastoral de Iniciación Cristiana. Con este objetivo pretendemos responder con realismo a las plurales situaciones de los destinatarios actuales de la iniciación, con el fin de poder revitalizar la iniciación. Por ello, se han señalado cinco itinerarios que puedan dar respuesta a los que se acercan a pedir el bautismo en los primeros meses, en la infancia, en la juventud, en la madurez, así como aquellos, que ya lo recibieron pero se han alejado de la fe”, comenta el vicario de Pastoral.

Al contar con un par de objetivos, el nuevo Plan Pastoral se estructurará en dos fases. En los dos primeros años se va a trabajar sobre el primer objetivo: la revitalización de la vida cristiana, de las personas y las comunidades. “Desde esta base será más fácil poder iniciar en la fe en los tres años siguientes y conseguir el segundo objetivo, que es el específico del Plan Pastoral”, afirma Máximo Barbero.

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